Gracias a mi amigo tuerca, que me hizo el contacto para mi nueva pega, pude tener posibilidad de viajar a un lugar que no conocia. El Norte de Chile. Muy interesante poder hacerlo en esta etapa de mi vida, ya que puedo dirigir mi cabeza a producir, a conocer, a iniciar nuevos contactos, pero me hubiera gustado contar con la compañia de mis guaguas y/o de la del lunar en la mejilla derecha. Partí por Arica, puerta Norte de mi pais, en realidad no me gustó, luego Iquique, muy bonito, agradable, confortable, ciudad más moderna, muchos automoviles de lujo, y con el gran encuentro con un primo aviático que no veía hace 20 años. De ahí me fuí a Antofagasta, ciudad que tampoco me gustó, salvo unas fotografias que saqué y que chal 1906 duda que sean originales, y de ahí a La Serena, papayeando como loco, y disfrutando de una bonita ciudad. Lo más agradable del viaje, fue sin duda el arribo al aeropuerto Pudahuel, pues estaba nada más y nada menos que la gran compañia de Enigmática. En realidad, paseando por el hall del Aeropuerto no pasó inadvertida, pues parecía una verdadera modelo que todos miraban curiosos preguntándose a que artista famoso venia a buscar. Lamentablemente ese artista era yo, con una maleta llena de ropa sucia, con tarros de papaya de encargos y un perfume que traia con mucho cariño para esta personita que me ha vuelto a abrir las esperanzas de amar a alguien, de volver a creer que puede existir el cariño, y sentirme acompañado y envidiado por los turistas que se paseaban en el terminal aereo. Esta es la mejor parte de este viaje. En todo caso vendrán muchos más y espero que no me vengan a buscar si no que arribemos y bajemos juntos del próximo avión.
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