Llegó el dia tan anhelado por mi hija...partir a México. Ufff..cúmulo de emociones, de encuentros y sensaciones. Pensaba que no me caería lágrima alguna, pues era un momento de mucha alegría saber que Dominga cumplía uno de sus grandes sueños. Pues bien, bastó ver a una mamá emocionarse como para que yo sintiera los retorcijones en mi estómago y me emocionara de igual forma. Fue muy grande el cariño que recibió de todos sus seres queridos, pero sin duda que me quedé con estás fotografias donde Dominga y mi madre se abrazan y despiden en el aeropuerto. Seguramente latearé bastante con las experiencias que viviremos durante la ausencia de Dominga por tres semanas mientras esté en el Norte de América...México, por eso QUE MEJOR !!!!!
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