En el trayecto a mi casa, despuès de una jornada laboral extenuante, el relax entre comillas que se dà en los tacos automovilìsticos, existe el espacio para reflexionar, tanto de las cosas que comentan en los programas radiales habituales como para prender la ampolleta sobre lo que uno ve en los personajes que lo rodean en el trayecto.
Se ven personas esperando locomociòn, gente con sus dispositivos personales para escuchar mùsica, vendedores ambulantes, taquilleros lolos en sus autos deportivos, y desgraciadamente micreros compitiendo y topeando como en los rodeos. Esta rutina es a diario, pero ayer quedè clavado en la cantidad de mujeres solas que vi caminando con sus hijos a cuestas.
Esta experiencia me dejò entrever què muchas de ellas son madres solas, que caminan raudamente, con cara de protectoras de sus retoños, y asociè las muchas mujeres que deben existir en esta situaciòn de que ¨apechugan¨con sus guaguas y no vi a ningùn hombre en la misma escena. Nuestra sociedad està llena de madres en esa condiciòn y recordè a mi madre cuando me llevaba de la mano a todos lados, ya que muchas ocasiones no tenìa con quien dejarme. De esta situaciòn yo tengo buenos recuerdos, ya que juraba que mi madre lo ùnico que hacìa era sacarme a pasear. Si bien no eran paseos de diversiòn, siempre disfrutaba que ella estaba llevàndome porque mi compañia le era simpàtica y a su vez disfrutaba conociendo el nuevo almacèn, la zapateria del barrio, la compra del pan de la tarde, el pagar las cuentas, las colas que en mi època eran permanentes por la situaciòn polìtica que viviamos, es decir toda una aventura. Mientras que si pienso en la madre, lo màs probable que su cabeza iba con la responsabilidad de comprar, pagar, etc deberìa ademàs preocuparse de que no me pasara nada. Concluyendo mi madre iba tensa y yo iba feliz, y asì fue como ayer vì a muchos niños sonrientes y madres con cara de tensiòn. Ese rol es valorable, es una de las tantas situaciones que las mujeres que tienen que estar sacando adelante la crianza de sus hijos y deben soportar con mucha entereza.
Una experiencia muy valorable por descifrar ese esfuerzo y que se ve a diario.
Un aplauso por las mujeres que tienen que vivir eso y como debemos los hombres apoyar este tipo de esfuerzo, por ùltimo acordàndose de lo que nosotros vivimos en nuestra niñez...por eso !!! què mejor !!!.-
3 comentarios:
ojalá todos los hombres abrieran un poquito sus mentes...para darse cuenta de la triple labor que vive cada mujer hoy en día.
Está archi dicho...pero aún no logran dimensionarlo. Tratar de ser buena esposa, buena madre y buena profesional...solo logra estresarnos y volvernos locas. Al final no logramos hacer nada bien.
Y además...tenemos los reclamos de "ellos" por no poder ser lo perfectas que quisiéramos...o que quieren ellos.
"no tengo pantalón planchado!", "no le has dicho a la empleada que limpie los vidrios!", "no te olvides de estudiar matematicas con los niños!", "no te olvides de pedir aumento de sueldo...porque en esa pega te estan casi estafando!"...
ja ja ja
irónico no ?
tal vez a veces sería mejor ser una de las mujeres solas de tu historia.
Buen ojo
Tienes toda la razon...eres muy observador... la labor de madre es irremplazable....y hay que aplaudir a las que ademàs hacen esa labor sola, sin el apoyo del papa de la guagua....pero hay muchos casos ( gracias a dios ) de hombres que aman a sus hijos sobre todas las cosas....y hacen lo que sea por ellos... yo conozco algunos y estoy muy feliz y orgullosa de que sean amigos nuestros.
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